En el Tai Chi Chuan prestamos atención a nosotros mismos, no al oponente. Cuando le ataquen, trate a su atacante como si estuviera armado con un trozo de papel o con un plumero. Pegúntese a sí mismo si se encuentra realmente relajado.
En el Tai Chi Chuan real, usted recibe; usted no sale a buscar.
La mente está en el espíritu, no en el qi. Es el intento el que motiva el qi.
En el Tai Chi Chuan se trata, en su totalidad, de tomar ventaja del movimiento del oponente.
Un practicante de Tai Chi Chuan no tiene, en absoluto, ideas en su mente. Es como un estanque en calma - cuando una piedra cae en él, las ondas se producen automáticamente y de forma natural.
El movimiento proviene de la quietud.
Todo surge del dantian.
No debe permitir al oponente que ponga algo de fuerza sobre usted.
El Tai Chi Chuan es el arte de vencer al oponente sin herirlo.
Si usted tiene ideas preconcebidas de lo que va a hacerle a un oponente, usted no está haciendo Tai Chi Chuan.
El Tai Chi Chuan es simple - el qi se mueve naturalmente.
Debe confiar puramente en el camino de la no resistencia. Si usted confía, este le servirá bien.
Los movimientos de la mano más rápidos y poderosos son aquellos que no utilizan la fuerza.
El propósito del empuje de manos no es perder o ganar. Si usted piensa de esta manera, nunca alcanzará lo que el Tai Chi Chuan tiene para ofrecerle.
El Tai Chi Chuan es el boxeo de la paciencia.
El TAI chi Chuan más simple es más natural, por lo tanto es más correcto.
El objetivo del arte del Tai Chi Chuan es simple, ayudar al débil a fortalecerse, ayudar a el enfermo a sanar y ayudar al tímido a volverse valiente.
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